martes, 8 de febrero de 2011

BILLY CORGAN

Que tal mis estimados, regresando del primer puente del año, es tiempo de una nueva recomendación, bueno de hecho será una pequeña serie de tres discos, en la que el común denominador es, que se trata de trabajos en solitario de vocalistas que forman parte de bandas que en algún momento fueron grandes o que por el momento no atraviesan por su mejor momento creativo, y que sin embargo por su parte entregaron resultados más que aceptables e incluso uno que por ahí pudiera tener categoría de clásico.
Para inaugurar esta triada de buenos discos, pues tenemos el The future embrace (Reprise, 2005) del para muchos gran (me incluyo, a pesar de algunos eventos en los cuales ha participado y que creativamente no se encuentra en su nivel) Billy Corgan.
Recordemos que en aquel año el señor Billy Corgan venía de dar por terminada su relación con sus compañeros de aquella efímera banda de nombre Zwan poco más de un año antes, que tuvo como fruto único el inusualmente optimista Mary star of the sea (Reprise, 2003), así como tiempo antes The smashing pumpkins habían desaparecido. Entonces bajo este contexto Corgan se embarca en este nuevo proyecto, el cual deja ver una cara menos rockera y más rica en elementos electrónicos y secuencias. Posteriormente él mismo comentaría que ésto fue con el afán de alejarse lo más posible de lo hecho en su más famoso anterior proyecto, que sí bien es inevitable el traer reminiscencias de los Pumpkins a sus antiguos fans, buscaba evitarlo al máximo.
También es cierto que este detalle de usar secuencias no era para nada ajeno al también guitarrista, que para las grabaciones en 1998 del oscuro y para muchos fallido (para mí excelente) Adore, habían perdido a su baterista Jimmy Chamberlin, que envuelto en un problema de drogas y una sobredosis que tuvo como consecuencia la muerte de otro miembro de aquella banda, el tecladista Jonathan Melvoin, fue a dar a la cárcel. Y para de algún modo sobreponerse a esas sensibles bajas dentro del seno de los Pumpkins, se optó por las secuencias electrónicas en algunos cortes y en otros hacerse de los servicios de otro baterista.
Sin embargo uno de los puntos más notables de este trabajo, es que la guitarra no toma un protagonismo, sino un papel armonizador, no hay solos o rastros de estridencia. Si bien es un álbum muy sui géneris podemos notar a un Billy Corgan muy en su elemento, que en mi opinión supera por mucho lo que hizo con Zwan, se le da muy bien esta faceta más electrónica, que entre los medios especializados cosechó criticas muy dispares, y en cuanto a ventas le fue medianamente bien.
Espero sus comentarios, para mañana esperen la siguiente entrega, ¿quién creen que sea el próximo?






pretty, pretty star, only you remind me that you can olny find me...




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