martes, 23 de noviembre de 2010

AT THE DRIVE-IN

Pues buscándole algo que me levantara el ánimo, ya que no descanse bien anoche, opté por algo moderadamente ruidoso y guitarrero, ideal para disfrutar en esas mañanitas en que el ánimo está a todo lo que da y el vientecito pega en el rostro bien rico (todo lo contrario a mí hoy). Hasta eso que si me está animando; la banda se llama At the drive-in, para los que no habían escuchado de ella, pero a lo mejor si han escuchado a The Mars Volta, pues he de decirles que los dos componentes principales de la segunda en cuestión, Cedric Bixler-Zavala (vocalista) y Omar Rodriguez-López (guitarra) también formaban parte de la primera, y el disco que hoy les recomiendo fue el último larga duración que lanzaron antes de romper relaciones con los demás compañeros del grupo. Se trata del genial Relationship of command, que vio la luz en el año 2000, producido por Ross Robinson, que de paso les comento que aquel año también se apuntó otro notable trabajo al producir el álbum debut para una multi-nacional de los neoyorkinos GlassJaw, de los que les hablaré más delante.
Desde su inicio es todo un remolino lleno de vitalidad, frescura y potencia, notables riffs, una instantánea fiel de como sonaba aquella banda, recuerdo que cuando los vi por primera vez en MTV cuando todavía pasaban buenos vídeos, aquel par de flacuchos con pelo afro me causaron mucha gracia, de entrada la voz de Cedric me pareció por momentos el timbre muy similar al del vocalista de Rage Against the Machine, Zack de la Rocha, obviamente sin rappear; sin embargo me agradó bastante desde un principio la propuesta sonora; está de más mencionar que llegaron a mis oídos cuando ya se encontraban en la etapa final de la agrupación.
A pesar de que su paso por los escenarios como tal, fue breve aunque influyente para toda una camada de bandas norteamericanas que salieron posteriormente. Reconocida por sus explosivas presentaciones, en las cuales unos en aquellos días más jovenes Cedric y Omar saltaban de un lado a otro de manera eufórica y se revolcaban en el suelo durante todas sus presentaciones.
Un disco que tuvo muy buen recibimiento desde su salida al mercado y les dio oportunidad de llegar a más sitios, lastima que no pisaron suelo mexicano en esa época, igual hoy en día sabemos que las visitas de los The mars volta son regulares y alguna vez también ya tocó en el Distrito Federal la otra banda que formaron los integrantes restantes de At the drive-in, la menos interesante y creo que ya disuelta Sparta, que en lo personal sólo recomiendo el segundo larga duración, hubiera sido alucinante verlos en vivo, ni hablar nos conformamos con lo que quedó de aquella banda.



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