jueves, 22 de julio de 2010

MESHUGGAH

¡Que discazo, señores, pero que discazo! Estos de Meshuggah si que se toman las cosas en serio, y lo más importante es que saben como hacerlas.
Banda formada a finales de aquella desastrosa década (al menos para el metal norteamericano, con sus obvias excepciones) de los 80's, 1987 para ser exactos, originarios de Umea, Suecia, teniendo un sonido sentado en las bases de heavy metal, pero agregándole ritmos más rapidos, así como elementos thrasheros, obviamente esto se fue dando durante el proceso de hacerse de un sonido propio y original, contundente.
Y es así como casi veinte años después llegaron a este que es su más resiente placa discográfica, de nombre ObZen, un trabajo intricado de principio a fin en donde los cambios de ritmo son brutales, con precisión matemática; hacen una revisión exhaustiva  a todo lo hecho anteriormente, pero dando una vuelta más de tuerca, logrando atmósferas realmente densas, pero a la vez provocadoras, que llegan a intensidades insospechadas; la guitarra de ocho cuerdas de Fredrik Thordendal contundente, así como esos solos hipnóticos que logran ese ambiente psicotropico algo alejado de la realidad, todo un cocktail molotov para los oídos.
Letras que hablan sobre el supuesto equilibrio espiritual que algunos dicen tener, en el cual no hacen más que tender una cortina de humo, que no deja ver a simple vista lo que hay detrás; directas, sin concesiones. Incluso la portada habla por sí misma, mostrando esa hipocresía de la que les hablo,de forma que no deja al espectador indiferente.
Pero basta ya de palabrería, para que los que disfrutan tanto como yo de la estridencia ojalá que ya se encuentren bajando esto, que es poderío sonoro en toda su expresión, locura hecha música, plenitud en todo su esplendor; sin más que agregar, pues a menear la melena y a disfrutar, Meshuggah, no lo olviden.


Decay, disgrace, disgust - our state of zen...



Descargar Aquí



No hay comentarios:

Publicar un comentario