sábado, 16 de enero de 2010

DREDG


Hola de nueva cuenta a todos, ¿como les va con el frio?, espero que al menos no sufran por falta de música, y si así lo es, pues aquí tenemos otra recomendación para aquellos oídos avidos de nuevos sonidos. Bueno pasando a lo que a todos nos interesa aquí, la siguiente recomendación que les hago corre a cargo de una banda que en lo personal tiene un lugar especial entre mis favoritas, ya que con su segundo larga duración (primero para una transnacional) llamado El Cielo me atraparon de sobremanera con sus cautivadoras melodias instrumentales, así como otras dotadas de mucha energía y sobre todo originalidad. El album del que hoy quiero hablarles fue lanzado en el recien terminado 2009, y para mi pesar ignorado por la gran mayoria de la critica especializada (al menos en los sitios donde suelo consultar), por lo tanto urge reinvindicarlo para darle el lugar que merece.
Despúes de cuatro años de no entrar al estudio y un disco en vivo grabado en el Fillmore, estos oriundos de los Los Gatos, California mejora lo hecho en el aceptable Catch without arms, revisitando esos pasajes sonoros que tanto les agradecimos en El Cielo, aunque dotandolos de un sonido menos organico, haciendo de lado el conjunto de cuerdas para darle lugar a las secuencias y teclados dejando en primer plano a los intrumentos básicos pero sin abandonar ese estado de introspección que ya es marca distintiva de ellos. En este nuevo capitulo que abre esta agrupacion de algún modo regresan a su sonido caracteristico, más reposados por momentos y logrando esa agradable atmosfera requerida para apreciar su musica, ya que en su anterior trabajo se muestran muy influenciados del sonido de bandas con las cuales compartio escenario (al menos así lo aprecio yo), que en su mayoria cuentan con un sonido más hard rock y entregan un disco más tradicional tanto en la estructura de los cortes como en su conjunto, y esto termina por afectar demasiado el resultado final.
No es un disco conceptual como tal aunque eso si, revestido con diversas capas que se van revelando a cada escucha, su musica en algunos sitios es descrita como art rock, Gavin Hayes (voz y slide) se revela como un efectivo compositor, tomando a las bellas artes mismas como fuente de inspiración, así como abordando distintos temas de caracter social, logrando frases realmente hermosas, acompañadas por los excelentes arreglos provenientes del guitarrista Mark Hengles, poseedor de un estilo realmente distintivo tanto en su forma de tocar como en el sonido al cual dota a su instrumento, por momentos ruidoso y en otros minimalista, se intercala bastante bien con unas líneas de bajo (Drew Roulette) que saben llenar de manera efectiva las melodias mientras Hengles se columpia a lo largo de cada pieza llevandolas a pasajes realmente memorables, claro todo esto apoyado de una potente bateria a cargo de Dino Campanella que por si fuera poco también se apunta en el piano para complementar todo el conjunto.
Recuerdo haber leido la primera vez que supe de esta agrupación, precisamente el año en que lanzaron El Cielo, que el disco no funcionaba escuchandolo por partes o haciendo algo más al mismo tiempo y pues creo que eso se aplica en general para Dregd, se necesita de que nos tomemos un momento para disfrutarlos de principio a fin, ahh y también a manera de veredicto mencionaban que con el tiempo aquel trabajo bien podría convertirse en un clásico de la música moderna o pasar de largo sin pena ni gloria, aquello fue publicado en el 2002, la banda sigue dando pasos firmes y abriendose camino poco a poco dentro de un medio tan vasto y diverso como el musical, sin preocuparse mucho de las tendecias actuales, vamos dandoles una oportunidad a este gran conjunto y verán de lo que les hablo.
Disfruten, analicen y, por supuesto, comenten!!, je, dejenme saber su opinión.

Art is dying, is art dead?

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2 comentarios:

  1. Concuerdo completamente con tu definición de Dredg. The Pariah, the parrot, the delusion es un disco que definitivamente evoca sentimientos escuchándolo de principio a fin.

    De mis favoritos, of course.

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  2. Que tal don Chuy... pues ya llegando del viaje que hice al escuchar éste disco, ni más ni menos que un viaje interno, o "estallido interno", que al fin es lo mismo. Saludos.

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